Sobre conocer extraños, y extrañar conocidos

Había una canción que me recordaba a Jonas, se llama Ocean eyes. Fue gracioso porque apenas me envió una foto suya, eso fue lo primero que me llamó la atención. Sus ojos eran azules, y el azul era mi color favorito; sin embargo, desde hace mucho tiempo yo había establecido mi color favorito de ojos como el negro o el gris. Es gracioso ahora, pero debí darme cuenta antes.

Antes, cuando esa aplicación juntó dos extraños de distintos lugares del mundo. Antes, cuando él me saludó y yo intenté ser más coqueta de lo normal, y le envié una foto subida de tono solo porque quería reírme a costa de desconocidos. De alguna forma, la conversación se tornó interesante, y ambos olvidamos que al inicio intentábamos ligar.

Días después, le dije que me iba de la aplicación y que agradecía su compañía y las buenas charlas con él. También le dije que quizá eliminara mi cuenta, para no dejar nada pendiente. Y aunque detrás de esto sí que había una intención, me sorprendí mucho cuando me envió su número. Recuerdo sonreírle a la pantalla. Qué boba.

Me gustó su música, y no me refiero a las canciones que él escribía, cantaba, y me enviaba. Me refiero a cómo sonaba él. Muy relajado y dulce para ser cierto. Siempre sabía cómo hacer un giro en mis palabras, encontraba lo gracioso en cada cosa que decía. Nos encontramos hablando sobre si a cada uno nos gustaría tener hijos, me contó sobre su pasado, lo que hacía cuando era adolescente, su padre, su hermano, el alcohol, sus fiestas, el hijo de su exnovia. Nos hicimos amigos. Y yo sabía que me sentía distinta, porque él me estaba describiendo una etapa en la que yo aún me encontraba. No sé cómo llegamos a hablar tanto tiempo. Supongo que eso es lo que nunca entenderé. Siempre hay algo increíble.

Si lo pienso bien, y lo pienso mucho, me siento un poco ridícula por dejar de hablarle, y cuando quiero responder sus saludos o llamadas, me recuerdo que eso era todo lo que ocupaba mi mente hace unos meses. Y recuerdo que no quiero volver a eso. Solo quiero quedarme con la canción que me recuerda a sus ojos, y nada más. Todo lo malo lo guardo en mi diario, en una página junto al cielo negro y el campo blanco. Y todo lo que le quise decir se quedará en mi cabeza, en mi mente, y nunca saldrá.

I know better.